Niemeyer, se fué y dejo Brasilia ahí
Cualquiera que hay estado en Brasilia tendrá la sensación que conoció al autor, pero que también entiende algo de su pensamiento, de su ética y la de su país. Proponerse hacer una ciudad capital en el medio de la nada y además terminar dibujando y construyendo una joyita de las caracteristicas de Brasilia.
Cuando la campaña de nuestro Presidente, estuvimos en esa ciudad, me permitio entender y respetar a ese pueblo brasilero más aún que antes, los pocos días que estuvimos haciendo contactos politicos pudimos disfrutar esos espacios, ver como la arquitectura dialoga con quienes la usan pero también trasmite una ética su uso y de las relaciones que allí se dan. Recuerdo a nuestro actual presidente bajando por esa escalera circular del Ministerio de relaciones, esa dialogo con el espacio que simplemente transitar por ella trasmite a quien la sube o la desciende, lo mismo con la catedral, enfin esos espacios hechos para trascender al hombre y para subrayar su epopeya.
Grande Niemeyer.
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