domingo, 26 de octubre de 2008

miradas ausentes en la calle | 15





me llega vía mail este correo de Julia,

contra el engrudo...siempre.

Me presento, me llamo Julia. He tenido la suerte de encontrar por casualidad tu blog y quiero decirte que ha sido un hallazgo afortunado. Justamente ayer en casa de Bonilla, comentábamos con Vila, la increíble hazaña, de destapar aquellas miradas rescatadas del olvido y la impunidad, que tantos, lamentablemente, continúan empeñados en cubrir, silenciar, amordazar. Yo comentaba que para mi, y creo que coincidíamos en esto, resulta increíble el cuerpo que ha tomado el proyecto,una vez puesto a andar por las calles de Montevideo. Vale decir que se suman nuevos significados, que creo forman parte medular de la obra que te propones. Una hazaña quijotesca, empeñada en continuar destapando miradas que pugnan por liberarse y sobrevivir a capas y más capas de olvido. El engrudo torpemente improvisado, no logrará cubrir jamás aquello que merece ser habitado por todos los orientales, sin distinción. Memoria habitada. Las miradas sobreviven intactas a las capas de papel y engrudo mugroso. De mi parte acá puedes contar con un buen par de manos, siempre dispuestas a rasgar donde haga falta y en el momento que sea. Y por eso decía que se suman nuevos significados...rasgar no es otra cosa, que hacer pedazos una cosa de poca consistencia. Por cada capa de papel débilmente superpuesta, alguien rasga, aquí o allí. Un gran frente armado de manos y uñas deseosas de rasgar, siempre.

Por siempre y en cualquier calle.


Un abrazo.

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