jueves, 19 de julio de 2007


el martes 17 se fue Yoana a París



después de casi seis meses en Montevideo el martes Yoana regresó a Paris, hoy lo hacen Stéfano y mi nieto Matteo, se cierra un período en que estuvimos todos juntos y esta historia de partidas, regresos y ausencias sigue.

el exilio no se acaba, se sigue reproduciendo, en mi hija primero, en mis hijos chicos que en su sobrino se reencontraron con la hermana lejana, en mi nieto después, en el padre de mi nieto que se vuelve a su Europa natal y sin embargo quiere volver.

a los que no vivieron el exilio les sorprende ese dolor de las rupturas al irse, se lo ve como un dolor pequeño.

Como se miden los dolores ?


1 comentario:

Princesa dijo...

imagino la dureza del exilio, del desarraigo...

imagino la sensación de pérdida continua, sobretodo cuando tocamos con la punta de los pies a los nuestros, y de pronto nos lo vuelven a quitar...

Un saludo